‘GLOW’ y otras series que el coronavirus (y Netflix) se llevó
Por Natalia Marcos
En los últimos meses nos hemos acostumbrado a las noticias sobre series cuya producción estaba en marcha o que habían sido renovadas y que, por los retrasos en el rodaje o las nuevas condiciones que ha impuesto el Covid-19, no seguirán adelante. La última en unirse al club ha sido GLOW, una de las joyas de Netflix que, aunque quizá no sea su serie más popular, sí tenía una importante legión de fans detrás (yo misma me encuentro en ese grupo) y gran apoyo de la crítica. Zoya the Destroya no volverá a nuestras vidas a pesar de que la tercera temporada dejó abiertas tramas y que la cuarta (y última) entrega ya había sido confirmada. Incluso había comenzado el rodaje de los nuevos capítulos en marzo, antes de tener que parar por la pandemia. Por lo que se ve, retomar la grabación en Los Ángeles era demasiado complicado en una serie que tampoco era barata.
GLOW se suma a un amplio listado de títulos que han caído víctimas de esta pandemia. Stumptown, Esta mierda me supera y The Society han sido canceladas después de haber sido renovadas. Amazon ni siquiera continuará con el rodaje de Cortés y Moctezuma (una de sus grandes apuestas, protagonizada por Javier Bardem), cuya grabación acababa de arrancar en México. Hoy jueves se ha conocido que también Showtime ha decidido cancelar la comedia Llegar a ser Dios en Florida, que estaba renovada por una segunda temporada que se iba a empezar a grabar el pasado marzo, cuando se decretó la pandemia.
La cancelación de GLOW ha reabierto recientes heridas de los usuarios de Netflix, que suelen protestar airadamente en las redes sociales cuando la plataforma decide no seguir adelante con alguna de sus series favoritas. La compañía ha cosechado en los últimos tiempos mala fama en ese sentido, fama que quizá se solucionaría si hiciera públicos los datos que maneja de visionados: posiblemente, la inversión necesaria en esas series que tanto queremos no compensó el número de espectadores. Es lógico que el algoritmo y la rentabilidad manden, Netflix no son hermanitas de la Caridad, como decía Eneko Ruiz Jiménez en una columna hace ya tres años (sí, esto no es nuevo precisamente). También se sabe que están más interesados en las novedades, que atraen más la atención de nuevos espectadores, que en series de largo recorrido, cuya producción se encarece según avanzan las temporadas.
En cualquier caso, es comprensible la frustración que sienten los espectadores al no poder completar la experiencia y los creadores cuando ven que su obra queda incompleta. A cambio, uno de sus últimos grandes éxitos lo ha encontrado en una serie rescatada, Cobra Kai, original de YouTube y que tendrá al menos un par de temporadas (cruzamos los dedos para que no se echen atrás) en Netflix. Unas cuantas de cal y otras pocas de arena.
Lo que estoy viendo
En realidad la vi hace tiempo pero hasta ahora no podía hablar de cuánto me gustó La maldición de Bly Manor (viernes 9 en Netflix). Es inevitable comparar con Hill House (que llegamos a situar como mejor serie de 2018 en Quinta Temporada), pero son suficientemente diferentes como para olvidarse pronto de esa comparación y lo bastante parecidas para ser conscientes de que detrás está la misma mano. Atención a las interpretaciones y permaneced atentos porque, hacia la mitad, el puzle temporal y fantasmal se complica (mientras que se empieza a aclarar). Y ojo, hay algún que otro susto. Aquí os cuento más sobre mis impresiones tras verla entera y aquí mi entrevista a su creador, Mike Flanagan.
Dejo para la semana que viene hablaros de lo que me ha gustado (mucho, muchísimo) Antidisturbios. Esta semana me he puesto al día con Territorio Lovecraft (un caos de serie de la que no puedo apartar los ojos), The Boys (a punto de terminar su segunda temporada creo que ha bajado el nivel en general, aunque sigue siendo explosiva —guiño, guiño—) y he rematado Emily en París en los ratos tontos, que es para lo que sirve.
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Hasta la próxima semana.
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