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Última cita con Donald Trump Por Javier Rodríguez Marcos A pocos días de unas elecciones cruciales en Estados Unidos, el mundo intelectual observa el futuro con inquietud. La lucha de las minorías, la cultura de la cancelación y el peligro de la autocracia centran el debate. Mientras, la industria editorial ha convertido al presidente en subgénero literario. Más de 1.200 libros se han escrito sobre Trump desde 2016, según un estudio de NPD Books, más del doble de los que se vendieron en los últimos años de la presidencia de Obama. Por eso hemos preparado un número monográfico en el que repasamos cuatro años de creación y pensamiento marcados por la presencia en la Casa Blanca de un político que podría volver a ganar, pero con el que muchos representantes de la literatura, la música y las artes no querrían volver a citarse. He aquí algunas de sus opiniones (en forma, por supuesto, de cita) representadas en este Babelia. El camino hacia el totalitarismo. Por Dave Eggers. “Los republicanos se consideran conservadores, pero los años de Trump han sido los más radicales y radicalizadores de la historia moderna de Estados Unidos. Trump y su Gobierno son erráticos, irracionales y reaccionarios y están dispuestos a hacer pedazos cualquier parte de la Constitución que sea un obstáculo para obtener sus caprichos. El lema de Ronald Reagan era que el Gobierno debía ser eficiente, pero pequeño, nada entrometido, casi invisible. Pues bien, en estos cuatro años hemos tenido que lidiar a diario con el Gobierno que más se ha inmiscuido en nuestras vidas de toda la historia de nuestro país”. Black Lives Matter. Por Josep Massot. “Baldwin, en una célebre carta a su sobrino, aconsejó: “Procura recordar, te ruego, que lo que ellos creen, y también lo que ellos hacen y te hacen padecer, no es prueba de tu inferioridad sino de su inhumanidad y de su miedo”. Ta-Nehisi Coates hace ver a su hijo Samori en Entre el mundo y yo que “el gigantesco Estado policial, la detención arbitraria de gente negra y la tortura a los sospechosos” nace de “los miedos generados en ellos mismos que han llevado a la gente que se cree blanca a huir de las ciudades y refugiarse en su sueño”. Esperando a los latinos. Por Eduardo Lago. “Ya en el siglo XXI, la cantidad de títulos que salen cada año es apabullante, pero además de que son muy pocos los autores que logran despertar el interés del mundo editorial o el público lector en general, el nivel de calidad medio deja con frecuencia mucho que desear”. La clase obrera vota a Trump. Por Álex Vicente. “A menudo, los blancos pobres son usados como símbolos en los que podemos proyectar nuestro odio. Y, a diferencia de negros e inmigrantes, para ellos no existe un pasado glorioso que puedan reivindicar”. No tan anómalo. Por Masha Gessen (entrevistada por Andrea Aguilar). “La corriente de pensamiento dominante en Estados Unidos sostiene que Trump es una anomalía total. Un número mucho más reducido de gente considera que es simplemente otro presidente republicano y que hay continuidad, porque va en línea con Reagan y siembra sobre un terreno ya abonado desde los ochenta. Creo que las dos cosas son verdad. Trump no se parece a ningún otro presidente, pero las condiciones para su victoria se remontan a décadas atrás”. El virus del racismo (y la pobreza). Por Zadie Smith. “Un cambio genuino implicaría reconocer que el discurso fatalista y esencialista de la raza, que a menudo empleamos como una cura superficial para los síntomas del virus, en la práctica consigue ocultar sutilmente que su ADN tiene una base económica, y por lo tanto se ataca con mayor eficacia cuando distintos portadores de la plaga —o sea, la gente explotada económicamente, sea cual sea su raza— se solidarizan entre ellos”. La banda sonora de un país dividido. Por Fernando Navarro. “Como canta Bob Mould en ‘America Crisis’: “Nunca pensé que volvería a ver esta mierda… / Despertar todos los días para ver una nación en llamas”. Al frente de los arrasadores Hüsker Dü, banda epítome del hardcore norteamericano, Mould ya fue un azote en los ochenta contra Ronald Reagan y ahora acaba de publicar su 14º álbum en solitario, Blue Hearts, un rabioso tratado de guitarras eléctricas sonando como apisonadoras porque ‘el silencio siempre fue la muerte’. Con urgencia, Mould batalla con sus canciones llenas de fuzz contra ‘la abominación que es Trump’. Es el álbum más colérico contra el actual presidente, pero no es el único”. Estrellas en Europa, desconocidos en su país. Por Antonio Muñoz Molina. “La vida americana siempre fue más bien impenetrable para mí, pero su cultura literaria, musical, estética, que me había atraído siempre, me sedujo del todo cuando pude sumergirme en ella, llevándose la sorpresa de descubrir hasta qué punto en su propio país era minoritaria. En Estados Unidos he encontrado menos aficionados al jazz, al blues, al cine negro americano o las canciones de Cole Porter que en cualquier ciudad intermedia europea o española”. |
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